jueves, 19 de septiembre de 2019

Vigilad y estad alerta


Hoy quiero escribir sobre un tema del que se está hablando mucho y además hay mucha confusión. Se trata de la división que se está palpando en la Iglesia. Es muy sencillo de explicar la situación, pero defender la tesis más controversial es complicado, pero aun así quiero explicarlo a lo largo de distintos posts.

El problema surge a raíz de algunas palabras y publicaciones del Papa Francisco, que son controversiales por rozar el límite de la (sana) doctrina o incluso sobrepasarlo, o bien por hablar con una ambigüedad tan pavorosa que causa confusión entre los fieles. En este grupo se encuentra la mayoría de los fieles “tradicionales” (el otro bando será el de los progresistas), pero también está dividido: los que creen que Francisco es un Papa nefasto y los que creen que ni siquiera es Papa, sino que ha usurpado el trono de Pedro.

Hay muchos indicios de que esto último sea verdad, ateniéndose al código de derecho canónico y otro documentos papales muy importantes, pero ahora no es el momento de explicar. Pero el hecho de que este Papa es un personaje que parece lo hayan sacado de un relato picaresco no lo duda nadie. Parece que defiende la teología de la liberación, parece que es panteísta, parece que apoya facetas del comunismo, que no ve del todo mal la ideología de género, etc. ... y digo en todo parece porque algo que caracteriza a este Papa es la ambigüedad con la que habla; puede ser que piense como he descrito o no. No se sabe.

En este blog quiero ser prudente y me voy a posicionar de parte de los “tradicionales” que piensas que tenemos un Papa no muy avispado... porque de lo contrario, si este no fuera Papa, nos encontraríamos en una época de la historia muy importante, y muy dura. Es algo que ya se ha profetizado en muchas apariciones, aunque la que habla más claro sobre esto es el “verdadero tercer secreto de Fátima”, que se supone que es una parte del tercer secreto que no se reveló al mundo pero sacaron a la luz desde el Vaticano (sin permiso, obviamente). Si esto fuera así estaríamos hablando de la gran apostasía del mundo, tras la que tiene que venir Cristo.

Yo personalmente creo que estamos en tiempos significativos, en los tiempos de las profecías marianas. Tenemos a Fátima, que parece que no se ha cumplido aún, pero como no se divulgó el mensaje se repitió en Garabandal. Este no fue aprobado por la Iglesia, aun a pesar de no tener fallos doctrinales, de tener milagros inexplicables por médicos, y de repetir lo mismo que fátima pero con distintas palabras, esta vez mucho más claras y no en forma de secretos. Pero como tampoco se hizo caso a las advertencias de nuestra Madre celestial, gracias a la grandísima misericordia que tiene el Padre, se apareció de nuevo en Akita. Esta vez se aprobó el fenómeno, pero no se difundió, por lo que se volvió a aparecer en Medjugorje. Actualmente se sigue apareciendo la Virgen allí y esta vez sí que se ha divulgado esto.

En Medjugorje se nos guardan 10 secretos, de los cuales solo on conocedores los videntes. Se revelarán estos mismos antes de que se realicen, a fin de que los fieles estemos preparados (así de grande es la misericordia de Dios). Y esto tiene que suceder durante la vida de la vidente principal. Pues bien, uno de estos secretos es un castigo divino, como el diluvio universal, pero diferente. Esto aparece en el Apocalipsis tras la gran apostasía...

Por tanto, aunque prefiero ser prudente con el tema del Papa Francisco, podemos ver como las profecías de nuestra Señora no dista demasiado de esta idea... pero no podemos irnos tras leer esto simplemente informándonos y ya está. No. Si has leído esto tienes que rezar. Reza por el Papa Francisco, por Benedicto XVI, que el pobre está en las últimas, reza para aplacar la ira de Dios, pero sobre todo reza para pedirle a Dios los dones del Espíritu Santo, para poder gozar del adelanto de la vida eterna aquí en la Tierra.

“Orad sin cesar”

miércoles, 18 de septiembre de 2019

El gusto de la oración

Hermanos, El Señor es grande, sin duda. No puedo más que darle gracias al Señor por la misericordia que tiene conmigo... yo que soy un pobre pecador, un debilucho que no es capaz de mantener el don del Espíritu Santo. Digo esto porque la Iglesia, que es sabia, me ha regalado algo impresionante: La Oración. Pero no una oración cualquiera, me ha entregado la liturgia de las horas, el Oficio Divino. Tan solo llevo dos días rezándolo por las mañanas y ya noto sus efectos salvíficos. Sin duda es un arma potentísima para el combate de la Fe.

Me doy cuenta de que soy un principiante en esto, de que necesito practicar mucho más, y es que he sido un ingenuo al pensar que la oración de Laudes es un escudo que te protege del maligno durante todo el día. Si bien es cierto que aleja de ti al demonio a una distancia “prudente” ha sido como ir directo a su red el pensar que no necesitaba el complemento perfecto para el resto del día: La Oración del Corazón. Si consigo combinar estos dos elementos a lo largo del día estoy seguro de que no volveré a perder una batalla, siempre pensando que la guerra ya está ganada, porque Jesucristo ha vencido a la muerte; solo tengo que posicionarme en el lado correcto, que es el suyo.

Espero que El Señor me de fuerzas para permanecer en la oración y me permita gozar de este banquete que es el adelanto de la vida eterna. Sin duda ha sido todo un descubrimiento para mi vida. Hace tres días era un pecador empedernido que empezaba a pensar que no tenía solución; hoy soy una criatura nueva con fuerzas renovadas en Cristo, y por eso puedo batallar el buen combate de la fe. Este pobre pecador ha encontrado una luz, que a medida que se acerca se hace más grande y se deja descubrir; es la Gloria de Dios. Este camino todavía no está iluminado por completo, y es por eso que tropiezo, y sé que lo haré, porque ahora degusto la dulzura de la oración, mas sé que me queda lo amargo de la rutina, de la batalla contra la pereza, de la tentación de no ver los frutos de este milagro que es conversar con Dios, porque la palabra está viva.

Señor, yo te entrego mi cuerpo, que es como una cáscara, muy débil y quebradizo... rellénalo con tu amor y tu misericordia y no dejes que me ocurra como al pueblo de Israel cuando huía de Egipto, que añoraban las cebollas que les daban dentro de su esclavitud. Yo se que el maná que tú me das es lo que sacia de verdad, aunque a veces resulte insípido o incluso amargo, pero me da la vida eterna. Quiero ser esa fuente que brota vida eterna, quiero estar preparado cuando me digas “dame de beber”, quiero tener fruto abundante cuando me visites, y no estar seco como la higuera, porque me has dado esta oportunidad y me han abonado para que no me cortes. Señor, tu gracia me basta.


Virgen María, ruega por nosotros, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de tu hijo Jesucristo. Amén.

domingo, 8 de septiembre de 2019

¡Fíate del Señor!


Yo sé que el Señor quiere lo mejor para mi. He experimentado en mi vida que cuando soy yo el que lleva las riendas, el carro se vuelca y los caballos salen corriendo hacia el acantilado. Y también tengo la experiencia de que en todo momento -sobre todo los difíciles- el Señor sabe guiar mi historia a través de las sinuosas crestas de la vida, y sales de ahí como en volandas. Es cierto que a veces el Señor permite algunos rasguños, pero eso es como cuando tocas la guitarra: tienes las yemas de los dedos suaves y blanditas. Cuando llevas una hora tocando te arden, parece que se te van a caer. Pero a los dos días tienes un buen callo en la punta de los dedos, que te permiten tocar la guitarra mucho más tiempo sin que te duela.

El Señor hace todo bien, porque sabe lo que pasará si haces su voluntad, sabe que es el mejor camino. Entonces llego a donde quería ir… ¿por qué sigo sin fiarme del Señor completamente? Es cierto que soy un débil y un pecador, pero yo “firmé” un cheque en blanco y se lo di al Señor para que escribiera lo que quisiese (cáncer, la muerte de un hijo, que me toque la lotería, que mi novia me deje rompiéndome el corazón, que tenga una buena estabilidad económica. Da igual, el caso es que acepté todo lo que venía en el pack de mi historia, lo que Dios quisiera, tanto bueno como malo).

Me recuerdo entonces que tengo que rezar, porque esta es la batalla de la fe. En cuanto a mis pecados, que siempre son los mismos, hay que tener paciencia, intentar huir de la tentación, pero en lo que yo no puedo el Señor aparece para mostrar su gloria. Confío plenamente en él. Además sabe que soy un esclavo, y por más que lo intente soy incapaz, si no es por Él no podré salir jamás. Mientras tanto toca humillarse y aceptar lo que soy: nada, si cabe menos…

Jesús, hijo de David, ¡ten compasión de mí, que soy un pecador!

Amad a vuestros enemigos


Hoy he estado reflexionando sobre el último artículo, donde citaba algunos cardenales y personajes públicos que eran la imagen de la mundanización de la Iglesia. He caído en la cuenta de algo, que yo no soy mejor que ellos. Incluso en el hipotético caso de que están llevando a la Iglesia a la ruina y condenando muchas almas, ¿acaso soy mejor que ellos? Pues no. Cristo tuvo que morir igualmente por mi, porque mis pecados están clavados en la cruz con los de estos obispos y sacerdotes… definitivamente no soy mejor, hoy mismo me he tenido que confesar.

Veo y leo a mucha gente que advierte de un cisma, de herejías dentro de la Iglesia , de la venida del anticristo; y todo ello con argumentos y de forma coherente, pudiendo ser verdad. Lo que no veo es que ayuden a la gente que está confusa y no sepan qué creer. ¿Se puede no escoger un bando en este “juego de conspiraciones”? Pues claro, porque solo hay un bando que escoger: el de Jesucristo. Pongamos de ejemplo a San Francisco de Asis. Este hombre santo se vio sumergido en una época muy delicada, las cruzadas. ¿Qué hizo él? Fue a las cruzadas, pero no mató a nadie. Este gran Santo fue a intentar convertir al jefe de los musulmanes, y no lo consiguió, pero apaciguó la guerra. ¿Y qué quiero decir con esto? Estoy lanzando una pregunta: ¿qué podemos hacer para renovar la Iglesia? Y si no podemos… ¿qué podemos hacer para no desviarnos del verdadero camino? La primera pregunta se responde muy fácil: ser santos, como San Francisco. Y la segunda respuesta complementa a la otra: combatir la batalla de la fe. Suena muy bonito pero, ¿eso cómo se hace? Pues tenemos que recapitular lo que nos ha enseñado la Iglesia. En este caso recapitularé lo que me ha transmitido a mi, que soy muy joven:
-Lo primero es que la palabra De Dios está viva, es de máxima actualidad, y por tanto las santas escrituras son fuente de vida.
-La eucaristía y los sacramentos son un enlace directo a Dios, por tanto hay que frecuentarlos.
-La comunidad (o el guía espiritual) es una ayuda indispensable, porque ven lo que nosotros no vemos.
-La Cruz, hay que abrazarla para seguir a Cristo. Identifícala
-Confía en el Señor, haz un signo grande para él, por ejemplo despréndete de TODOS tus bienes como los apóstoles al seguirle, que solo llevaron lo puesto.
-Una vez conseguido esto, amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a uno mismo
-Lee tu historia, identifica a Dios en ella.
-Ora, sin cesar, incluso durmiendo (si no sabes cómo lee “el peregrino ruso”)
-Pon la otra mejilla, perdona y serás perdonado, no juzgues y no serás juzgado

Amad al enemigo. Que La Paz del Señor este con todos vosotros

miércoles, 4 de septiembre de 2019

La Iglesia se está mundanizando

La Iglesia se está mundanizando




Todos podemos apreciar cambios en La Iglesia de Cristo, vemos cómo surgen muchas corrientes de pensamiento dentro del clero. Recientemente llegan a nuestros ojos noticias del padre Sosa, el representante de los jesuitas, y casi nos quedamos ciegos al leer tales herejías como “el demonio no es un ser personal, sino una manera de expresar el mal”; parece que Satanas es un ser mitológico y Jesús tuvo visiones en el desierto por falta de agua y alimento…


Otro jesuíta muy famoso es el padre James Martin, conocido por expresar públicamente su defensa del LGTBIQ+ (si, ya va por tantas letras) y
escribir un libro sobre esto mismo.








Por otra parte tenemos a los obispos alemanes, que tantos dolores de cabeza están dando a la Iglesia… empezaban proponiendo al Vaticano un sínodo de obispos para discutir un tema peliagudo:
la comunión de protestantes casados con católicos. Esta petición fue denegada por razones obvias, pero no fue un impedimento para los alemanes de seguir esta batalla, pero ahora añadiendo otras perlas como la posibilidad de comulgar para los divorciados y casados de nuevo y cambiar la moral sexual con lo referente al grupo LGTBIQ+. Recientemente se han escuchado noticias que aseguran los obispos alemanes harán el sínodo con o sin consentimiento del Papa. En cualquier caso amenazan con un cisma si encuentran obstáculos. Esto empieza a ser muy serio.

A todo esto le sumamos la política de fronteras abiertas que está diseñando (más bien propagando) el clero, incluido el Papa, que ya ha afirmado que la seguridad nacional es menos importante que los inmigrantes, como si fueran cosas opuestas, agua y aceite que no se pueden mezclar.
Pareciera que quieren dejar a los inmigrantes realizar esta invasión silenciosa y matar la cultura Cristiana en Europa (si es que queda algo…). Mucho me temo que este pensamiento se acerca más a la teología de la liberación y la masonería que al Evangelio, contenedor de la verdad.

A esto me refiero con que se está mundanizando. Ante los escándalos de abuso sexual y corrupción del alto clero no vemos un giro de 180° hacia una vida de penitencia y conversión. Por el contrario vemos a un Papa que se preocupa por la política, economía y ecología de la Amazonia, en un documento en el que no se nombra a Cristo crucificado, y que todo gira entorno a estos temas profundamente mundanos. Parece que se deja en un segundo plano a Cristo en todo esto… un Papa que no llama la atención a sus hermanos jesuítas por decir tales herejías. Un Papa que nombra cardenales a obispos abiertamente homosexualistas…

“El nivel del mar subirá y ¾ partes de la Tierra desaparecerán”. Esto aparece en el Apocalipsis, y muchos necios piensan que habla de cambio climático. Cualquiera que sepa un poco sobre este libro sabrá que está lleno de simbología. Muchos teólogos y estudiosos de las escrituras coinciden en que el mar representa al mundo, y la Tierra a la iglesia, por lo que significaría que la Iglesia se mundanizará.

¿Será el sínodo de la Amazonia el detonante para un cisma en la Iglesia como se está oyendo de algunos cardenales? No lo sé, quiero pensar que no, pero hay que estar atentos a las señales del cielo, como dijo Jesucristo. Sabemos que en el Apocalipsis nos advierte de un cisma, una Iglesia perdida y otra Iglesia verdadera… estaremos atentos a lo que pasa, sin dejar de poner la mirada en Cristo, pidiéndole el Espíritu Santo para tener discernimiento y poder identificar lo que viene de él y lo que viene del demonio. Rezad mucho por la Iglesia y el alto clero, que ya son demasiadas apariciones marianas las que dicen que los sacerdotes van por caminos de perdición y por su culpa van a condenar muchas almas. Rezad por ellos, y por el mundo, para que se convierta.




MARIA RUEGA POR NOSOTROS QUE SOMOS PECADORES

JESÚS, HIJO DE DAVID, ¡TEN COMPASIÓN DE MÍ! QUE SOY UN PECADOR…