Estos días han sido muy tensos para el mundo católico, especialmente para los que están atentos a los signos de los últimos tiempos. Sin embargo me he percatado de una cosa, más bien una actitud, y es que la mayoría de esta gente a quien menciono son sedevacantistas. Es muy importante tener una cosa clara, y es que no sabemos nada de los últimos tiempos con seguridad, por tanto creo que es un gran error afirmar rotundamente y sin dar el favor de la duda afirmar que Francisco no es el Papa. Es como afirmar rotundamente que Hitler está en el infierno. Lógicamente es lo más probable, debido al gran daño y mal que ha hecho; sin embargo estamos dejando de lado la misericordia de Dios a un lado. Hoy quiero exhortar a todos mis hermanos católicos que son sedevacantistas a pensar sobre esto, a dar un pequeño margen de duda sobre la afirmación de que Francisco no es el Papa y lo sustituyan, más bien, por un pensamiento de un papado mediocre y con muchos errores. A veces nos puede la rabia de ver a la Iglesia mal y no tenemos presente el mandamiento que nos dejó Cristo: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Y es que me pitan ya los oidos de oir descalificativos hacia Francisco, o Bergoglio, como queráis llamarlo; pero tened en cuenta que Cristo, sabiendo que Judas lo iba a entregar lo amaba profundamente y no le insultó ni habló mal de él en ningún momento. Por eso sed como Cristo, y así hallaréis la perfección. De igual manera, si yo me equivoco os pido que me corrijáis.
Para los católicos que piensen que esto es el fin y que la Iglesia ha llegado a un punto de no retorno os invito a leer este evangelio de Lucas, que me ha salido hoy al azar mientras rezaba el oficio divino.
LO QUE ES IMPOSIBLE PARA LOS HOMBRES ES POSIBLE PARA DIOS
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